domingo, 2 de noviembre de 2008

Reflexión acerca de los cuentos

Desde chica me encantaba escribir historias. Recuerdo los veranos en que adoraba escribir en mi diario intimo lo que me pasaba en el día, sin saberlo desde chica ya me iba inmiscuyendo en el género cuento.
Sin embargo, nunca me percate de lo que hace alusión Piglia con respecto a que los cuentos. ¿Será realmente que un cuento es un relato que encierra un relato secreto? Y poniéndome a pensar claro que es así, si no sería secreto entonces con que necesidad el lector se pone a leer una historia que ya sabe como es y como termina. Pienso que un relato es un conjunto de enigmas contados con una cierta cronología, acciones que se van entrelazando, personajes que se van cruzando elaborando diálogos con una finalidad.
Un cuento siempre cuenta dos historias afirma Ricardo Piglia: historia uno, historia dos (nombre que le puse a este tercer bloque) que se narran en paralelo.
Analizando esta hipótesis pienso; pongamos como ejemplo a un protagonista X. Este pasa por distintas escenas, en las cuales le pasan diferentes cosas, cruza diálogos y necesariamente estos tienen un trasfondo, hechos, situaciones, sensaciones, imágenes. Y desde ellos se desprenden historias, no exclusivamente es la central, hay narraciones que se van contando historias en paralelo que tienen que ver con el mismo personaje, pero sin embargo este debe enfrentarlas y tomar decisiones que no necesariamente son iguales a las que tomará para definir la historia principal.
De los géneros que fuimos trabajando a lo largo de la cursada, esta tercera entrega de la carpeta fue la que disfrute más armar. Me siento cómoda creando historias, personajes, situaciones. Lo que me resulto realmente complicado fue la toma de decisiones a la hora de darle un fin a la historia que contaba.
El tema de las decisiones a la hora de ponerle fin a las historias represento mi mayor traba a la hora de dar por finalizada esta entrega. ¿A un buen escritor esto también le sucederá?
Las historias que se relatan en esta carpeta, a mi parecer, podrían seguir y seguir. Considero que no estaría mal continuarlas. Solo mate a uno de mis personaje de todas las historias que escribí, y en realidad lo mate porque no sabia como seguirla, por mi después de las fiesta (en el cuento la “ultima cena”) Santos Pinchura hubiese seguido viviendo, pero en mi interior pensaba que si no moría la historia nunca finalizaría, ya que si él seguía en la fiesta podía conocer a alguien, charlar, bailar, emborracharse y demás. Por eso le otorgue un final trágico para que el personaje no resucitará y me obligara a seguir escribiendo sobre el.

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