Un día perfecto para el pez plátano
Una conversación telefónica abre la historia, el lector puede pensar que tal vez ellas (madre e hija son las protagonistas) pero resulta ser que exactamente no es así. El protagonista principal es descripto entre ellas pero él no aparece en aquella escena. La presencia de Seymour en el relato se hace presente gracias a las voces femeninas al hablar por teléfono. Muriel habla con su madre relajada, fumando, respondiendo al cuestionario exigente de su madre.
La autora describe detalladamente el cuarto en el cual esta Muriel hablando telefónicamente, brinda la posibilidad de que el lector se imagine exactamente el espacio en el cual se desarrolla la escena. Salinger además brinda la posibilidad de imaginar como es el aspecto físico de Muriel al decir: llevaba puesta una bata blanca, se estaba pintando las uñas, se cruzaba y se descruzaba de piernas.
Desde el principio se narra una historia uno, como afirma Piglia, la relación de Muriel con su madre. Esta forma de comenzar la narración de Salinger, en mi opinión, es una manera de captar la atención del lector a pesar de la libre imaginación de uno mismo, uno quiere seguir leyendo para ver en que culminará la charla y para saber especialmente quien es Seymour.
El dialogo telefónico hace hincapié en la personalidad de Seymour, así como también se hace alusión a la locura que lo acompaña. Y esto se puede dilucidar cuando la madre le pregunta a Muriel si Seymour ha hablado con el psiquiatra (al menos el lector puede pensar que tiene problemas psicológicos en la historia). Además se sabe que Seymour, volvió de la guerra, eso se deja entrever cuando la madre le dice a Muriel: “cuando pienso que estuviste esperando a ese muchacho toda la guerra…” el lector con esas frases puede ir hilando y entonces ir analizando verdaderamente el papel de Seymour.
La historia dos, podría se la relación entre Muriel y Seymour. Un día soleado y Muriel encerrada en un cuarto de hotel pintándose las uñas, pareciera ser que algo no anda bien, o que la relación entre ellos es extraña.
Pero hasta podríamos hablar de más historias dentro de la historia. Podemos preguntarnos de la relación de Seymour con la niña de la playa, ¿Cuál el sentimiento que lo une a aquella niña de la playa?.
En definitiva este cuento de Salinger abre un abanico de posibles historias y sin embargo más tarde cierra las mismas con el suicidio de Seymour en aquel cuarto de hotel.
Una conversación telefónica abre la historia, el lector puede pensar que tal vez ellas (madre e hija son las protagonistas) pero resulta ser que exactamente no es así. El protagonista principal es descripto entre ellas pero él no aparece en aquella escena. La presencia de Seymour en el relato se hace presente gracias a las voces femeninas al hablar por teléfono. Muriel habla con su madre relajada, fumando, respondiendo al cuestionario exigente de su madre.
La autora describe detalladamente el cuarto en el cual esta Muriel hablando telefónicamente, brinda la posibilidad de que el lector se imagine exactamente el espacio en el cual se desarrolla la escena. Salinger además brinda la posibilidad de imaginar como es el aspecto físico de Muriel al decir: llevaba puesta una bata blanca, se estaba pintando las uñas, se cruzaba y se descruzaba de piernas.
Desde el principio se narra una historia uno, como afirma Piglia, la relación de Muriel con su madre. Esta forma de comenzar la narración de Salinger, en mi opinión, es una manera de captar la atención del lector a pesar de la libre imaginación de uno mismo, uno quiere seguir leyendo para ver en que culminará la charla y para saber especialmente quien es Seymour.
El dialogo telefónico hace hincapié en la personalidad de Seymour, así como también se hace alusión a la locura que lo acompaña. Y esto se puede dilucidar cuando la madre le pregunta a Muriel si Seymour ha hablado con el psiquiatra (al menos el lector puede pensar que tiene problemas psicológicos en la historia). Además se sabe que Seymour, volvió de la guerra, eso se deja entrever cuando la madre le dice a Muriel: “cuando pienso que estuviste esperando a ese muchacho toda la guerra…” el lector con esas frases puede ir hilando y entonces ir analizando verdaderamente el papel de Seymour.
La historia dos, podría se la relación entre Muriel y Seymour. Un día soleado y Muriel encerrada en un cuarto de hotel pintándose las uñas, pareciera ser que algo no anda bien, o que la relación entre ellos es extraña.
Pero hasta podríamos hablar de más historias dentro de la historia. Podemos preguntarnos de la relación de Seymour con la niña de la playa, ¿Cuál el sentimiento que lo une a aquella niña de la playa?.
En definitiva este cuento de Salinger abre un abanico de posibles historias y sin embargo más tarde cierra las mismas con el suicidio de Seymour en aquel cuarto de hotel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario